Por, Alejandro Rosero Montenegro, Comunicador Social Periodista.
Yuyay
Tras la decisión de la juez encargada del caso Álvaro Uribe Vélez son varias las reflexiones que deben hacerse, y no sobre el fallo como tal, sino por las reacciones que la condena y la multa respectiva, generaron en el ambiente político nacional.
Quiero comenzar por los epítetos y calificativos en contra de la Jueza, Sandra Heredia que, desde la dirigencia de la derecha colombiana, se empezaron a publicar a través de las redes y las páginas oficiales, incluso, de sus precandidatos presidenciales, además de concejales sin mayor incidencia en el ambiente político; lo preocupante es que los pronunciamientos de las figuras políticas derivaron en amenazas en contra de la funcionaria judicial y su familia, apoyados por las publicaciones de medios como Semana, que casi perfilaron a la Jueza y su entorno de una manera peligrosa.
Los de la Derecha descalificaron la decisión involucrándola con supuestas injerencias políticas y amaños de tendencias ideológicas, asegurando que la justicia no sirve y que está permeada por el gobierno de turno. Que acomodados son, si la decisión hubiese sido por el lado contrario, estarían hoy ensalzando a la Jueza y ponderando la independencia del poder judicial, pero no, esa no parece ser la actitud de los seguidores del expresidente y su defensa, ya interpuso su recurso de apelación. ¿Será qué si el fallo del alto tribunal confirma la condena, seguirán descalificando a la justicia?
Pero los de la Izquierda tampoco se pueden escapar de la crítica. Claro es, que ahora están celebrando el fallo y elevando a los altares a la Jueza y reclamando, con razón, el respeto por la labor de la justicia. Acomodados también, porque si la Jueza hubiese inclinado la balanza de la justicia en favor del expresidente estarían rechazando la misma y asegurando que la derecha tiene infiltrado el poder judicial. Todo dependiendo del cristal con el que miren la realidad.
Lo que no se puede pasar por alto es la manipulación de los medios de comunicación asociados a los pulpos económicos, de la información que se entregó, previo al fallo, mientras se conoció la pena y el evidente trabajo direccionado, a ‘bajarle la caña’ a la idoneidad de la jueza Heredia, en otro duro golpe a la administración de justicia en el país.
Caminamos, durante estos días, en la línea delgada de la desinformación y las discusiones éticas que, en términos judiciales, deberían limitarse a respetar los fallos, porque quienes llegan a convertirse en jueces de la República han superado muchas pruebas y se han capacitado para ejercer su labor con la idoneidad necesaria y propia de quienes administran justicia.
Los unos y los otros, derecha e izquierda, deben respetar la decisión judicial, pues mientras esté apegada al derecho, se entenderá como un hecho justo. No importa quien sea el acusado, si es el héroe de los unos o el enemigo de los otros, para la justicia solo deben analizarse los hechos, y las pruebas que se presenten a lo largo de este extenso proceso que, lo único que si ha logrado es polarizar aún más a un país que hoy se debería preocupar por otras situaciones sociales, económicas, de violencia que aquejan a nuestra herida Colombia. Un datico adicional, las dos partes están aprovechando lo que pasó para empezar, de manera anticipada, la campaña presidencial, ¿se van a dejar engañar?