MI VIEJA CARRETERA AL NORTE

EL DESPERTADOR DEL SUR Por: Jorge Arturo Bravo

Una de tantas cualidades negativas que aquejan a los pastusos, es la de abandonar las cosas, el de borrar la historia de “un solo brochazo”, y de esta manera, hasta llegar a perder nuestra rica identidad cultural.

Este es el caso de nuestra vieja carretera al norte.


Hasta 1975, la vieja carretera al norte, era la única vía de acceso a Pasto desde el norte del país, carretera que fue testigo, hasta 1956, de la llegada de las grandes personalidades, como presidentes de la República, que venían a Pasto en sus visitas oficiales; de obispos que llegaban a tomar posesión de su diócesis, los cuales eran recibidos por nuestras principales autoridades, en el olvidado Puente “Pueyo”, un puente que, hoy nadie conoce.


Pero se abrió la llamada carretera panamericana, y “nuestra vieja carretera al norte” pasó a ser olvidada totalmente; todos felices con el beneficio de la nueva carretera, la famosa panamericana, que también dejó en el atraso a pueblos como Villamoreno, Buesaco, La Unión, entre otros; y nadie, ni políticos ni gobernantes, tuvieron la visión de mantenerla para que, en posibles casos de emergencia, como el que hoy padecemos con el cierre del túnel, la pudiéramos haber utilizado como una excelente alternativa, Hoy, todos los concejales, diputados y congresistas que, en su momento, no fueron capaces de hacer una buena veeduría cuando se construía el túnel y a la misma doble calzada Pasto-Ipiales, obras que siempre quedan inconclusas, aparecen rompiéndose las vestiduras, “poniendo el grito en el cielo” por el alto y pesado tránsito vehicular, que se presenta entre Daza y Chapal especialmente, y los daños que causará ese tráfico.


Todos, como “buenos pedigüeños” que somos los pastusos, están pidiendo al gobierno nacional, el presupuesto necesario para el mantenimiento de esta vía que soportará el tráfico pesado, pero nadie dirige su mirada hacia la vieja carretera al norte, para empezar, cuanto antes, eso sí, con apoyo del gobierno central, su recuperación, y en menos de un mes, ponerla al servicio del transporte pesado que podrá retomar la variante, sin necesidad de entrar a la ciudad.

Pensemos señores políticos y gobernantes es esta alternativa que la consideramos viable si todos nos proponemos.